Por René Squella
Radio Placeres
Durante mayo y la primera semana de junio se realizó en Valparaíso el ciclo de talleres “Los derechos del trabajador en tiempos de crisis”, impulsado por preuniversitario El Cincel. El objetivo: informar, promover la organización y empezar a examinar más de cerca el papel de los trabajadores en el Chile actual. La siguiente entrevista fue realizada a Ximena Muñoz C., Eduardo González N. y Alejandro Urbina R. miembros del Preuniversitario El Cincel.
¿Cuáles son los objetivos de los talleres laborales “Los derechos del trabajador en tiempos de crisis”?
El Taller, continuando los ya realizados durante los años 2007 y 2008, tiene como objetivo que trabajadores, organizaciones sociales, populares, políticas y sindicales puedan reconocer de manera crítica tanto las distintas opciones como los grandes impedimentos que la legislación laboral actual posee a la hora de exigir el cumplimiento de derechos, demandas o reivindicaciones. Sobretodo en la actual coyuntura de crisis económica. Buscamos generar y proyectar el necesario vínculo y diálogo entre diversos sectores sociales para que en momentos de buscar revertir las precarias condiciones de trabajo y de vida se pueda contar con el apoyo y solidaridad mutua.
¿Cómo ha sido la respuesta al taller?
En términos generales consideramos buena la respuesta y recepción, aunque reconocemos que podría ser siempre mejor. Creemos que ha sido buena desde distintas perspectivas. En primer lugar, por la convocatoria, pues han asistido de manera continua un grupo importante de compañeros trabajadores, entre ellos del transporte colectivo, microbuses, troles y metro; panaderos, profesores, portuarios y de servicios, entre otros. A ello se suma, como siempre un buen número de compañeros estudiantes y jóvenes comprometidos con las demandas y reivindicaciones populares y de los trabajadores.
En segundo lugar, ha sido fructífera la respuesta por el nivel de exposición y análisis realizado por la compañera Margarita Peña, encargada de exponer en cada sesión. Su tratamiento del tema ha sobrepasado de muy buena manera el tema técnico-jurídico del Derecho Laboral, develando los verdaderos fundamentos políticos y económicos que lo sostienen e intentan proyectar actualmente. Ello es un paso significativo para la comprensión real de la situación de los trabajadores chilenos y algunos medios de salida.
En tercer lugar, el taller ha permitido el reconocimiento y el establecimiento de diálogos y lazos entre compañeros procedentes de diversos sectores, espacios y experiencias de lucha. En tal sentido, el espacio permite potencialmente la convergencia para trabajos y luchas futuras.
Por último, en cuanto a mejorar la respuesta y recepción, creemos que podría ir por la línea de tener un alcance hacia más trabajadores por medio de la difusión, y también por el hecho de que más trabajadores se apropien del espacio, es decir, lo reconozcan como suyo y por lo tanto, lo compartan y socializen desde sus propios espacios. Aunque reconocemos que la precarización y la compleja explotación en la cual vive actualmente nuestro pueblo, hace entender que este proceso de reconocimiento por ahora es lento, y requiere de mucho esfuerzo, tesón y voluntad. Elementos que sin duda, estamos dispuestos a realizar.
¿Cuál es la importancia que le dan a la educación y a la formación en el proceso de transformación social que requiere el país?
Son elementos fundamentales para cualquier intento serio de transformar este país y el mundo. Pero ambos procesos entendidos no el sentido contemplativo de un ratón de biblioteca o de aislamiento, momentáneo o no, del mundo real; sino que entendidos y comprometidos con la lucha y los combates diarios que los sectores populares y de trabajadores están dando. La educación y la formación deben contribuir a profundizar la comprensión y el compromiso de la participación activa, a estar siempre problematizando los pasos y espacios en los que se está, siempre con el objetivo político de ampliarlos y fortalecerlos, entre otras cosas.
También es importante tener en cuenta los distintos ritmos de la lucha popular. Existen momentos o períodos más quietos o calmos, que permiten objetivamente profundizar en el estudio y la preparación, mientras que hay otros en que momentáneamente se ven aminorados por la participación en diversas actividades o acciones. Ahora bien, lo relevante radica en que el aprendizaje que nos den estas luchas incentiven y profundicen el estudio y las temáticas, para así ir abriéndonos de mejor manera a los caminos de la lucha.
Así como el activismo, basado sólo en la acción, termina tarde o temprano siendo estéril, la educación y la formación como única y principal labor no cambia en nada nuestra realidad, pues sólo la contempla. La combinación dialéctica de ambos aspectos es la clave para abrirse paso e ir contribuyendo efectivamente a la transformación del país y el mundo.
¿Cuáles son los elementos que se destacan en la creación de la Universidad Popular?, ¿Quiénes están llamados a construirla?
En primer lugar, sus componentes actuales: el estudiante, el intelectual y el profesional comprometido políticamente desde su disciplina con las luchas populares y de los trabajadores.
En segundo lugar, el concepto hacia la educación y la pedagogía. La Universidad Popular no concibe la educación como palanca individual para el “ascenso social” tal como implícita y explícitamente pregona el liberalismo, ahora remozado en neoliberalismo. Por el contrario, postulamos un sentido de la educación, y en sí de la pedagogía, en la perspectiva de que contribuyen a la lucha por la emancipación colectiva de los sectores populares y de los trabajadores en la actual sociedad capitalista. Es por eso que creemos que debemos estudiar y formarnos para la lucha política, para la transformación social, para la transformación revolucionaria de la sociedad capitalista.
En tercer lugar, los trabajadores y sectores populares, como principales actores y sujetos de la Universidad Popular. Apuntamos a que asistan a recibir y potenciar conocimientos, habilidades y técnicas, para fortalecer sus luchas, sus organizaciones y movimientos. En sí, para que puedan reapropiarse del conocimiento que les ha sido arrebatado a ellos, a sus hijos y a su clase.
Y en cuarto lugar, en términos políticos, la Universidad Popular es una contribución al proceso de contra-hegemonía al capitalismo. Contribuye a la preparación, reconstrucción y rearme político, orgánico e ideológico del pueblo en su desafío histórico y revolucionario.
Por último, creemos que los llamados a construir la Universidad Popular son todos aquellos decididos y comprometidos a luchar y contribuir diariamente por preparar una transformación profunda y revolucionaria de la sociedad capitalista en Chile y el mundo. Sean éstos estudiantes, intelectuales, trabajadores, profesionales o pobladores.
¿Participan en alguna instancia de red para fortalecer el cumplimiento de los objetivos? Desde el punto de vista de uds. ¿es importante incentivar trabajos en red?
Aunque hoy no participamos oficial y activamente de alguna red, como Preuniversitario y ahora como proyecto de Universidad Popular, hemos participado de distintas convocatorias e instancias de coordinación o articulación, tanto en ámbitos políticos, culturales, educacionales, de solidaridad, estudiantiles, de movilización, etc., con otras organizaciones y espacios que buscan potenciar la lucha y el movimiento popular.
Consideramos importante contribuir a generar y fortalecer espacios de convergencia, articulación, cooperación y/o unidad entre distintas organizaciones que se planteen el propósito de reconstruir y rearmar la lucha y el movimiento popular, tanto en Valparaíso y el país como en América Latina y el mundo.
¿Qué se espera desarrollar a futuro desde la Universidad Popular?, ¿Cómo la visualizan de aquí a 5 años?
Esperamos que como Universidad desarrollemos un espacio que contribuya y complemente, a través del estudio, el debate y el análisis, tanto a la organización y lucha de los trabajadores y los sectores populares en sus reivindicaciones cotidianas, como también al rearme político e ideológico del movimiento popular para preparar y cumplir sus desafíos históricos de transformar profundamente la sociedad capitalista. Y en esa contribución, se reconozca este espacio como un aliado permanente, tal como un hermano y compañero de lucha.
Para los próximos años visualizamos alcanzar y mantener un posicionamiento regional entre trabajadores y sectores populares; alcanzar un reconocimiento y cooperación nacional y regional con otras instancias o iniciativas; poseer un espacio físico “ad-hok” y un financiamiento estable e independiente con los propósitos planteados, además de crecer en compañeros que se comprometan a trabajar y aportar con el proyecto.
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universidad.popular.valpo@gmail.com
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Durante mayo y la primera semana de junio se realizó en Valparaíso el ciclo de talleres “Los derechos del trabajador en tiempos de crisis”, impulsado por preuniversitario El Cincel. El objetivo: informar, promover la organización y empezar a examinar más de cerca el papel de los trabajadores en el Chile actual. La siguiente entrevista fue realizada a Ximena Muñoz C., Eduardo González N. y Alejandro Urbina R. miembros del Preuniversitario El Cincel.
¿Cuáles son los objetivos de los talleres laborales “Los derechos del trabajador en tiempos de crisis”?
El Taller, continuando los ya realizados durante los años 2007 y 2008, tiene como objetivo que trabajadores, organizaciones sociales, populares, políticas y sindicales puedan reconocer de manera crítica tanto las distintas opciones como los grandes impedimentos que la legislación laboral actual posee a la hora de exigir el cumplimiento de derechos, demandas o reivindicaciones. Sobretodo en la actual coyuntura de crisis económica. Buscamos generar y proyectar el necesario vínculo y diálogo entre diversos sectores sociales para que en momentos de buscar revertir las precarias condiciones de trabajo y de vida se pueda contar con el apoyo y solidaridad mutua.
¿Cómo ha sido la respuesta al taller?
En términos generales consideramos buena la respuesta y recepción, aunque reconocemos que podría ser siempre mejor. Creemos que ha sido buena desde distintas perspectivas. En primer lugar, por la convocatoria, pues han asistido de manera continua un grupo importante de compañeros trabajadores, entre ellos del transporte colectivo, microbuses, troles y metro; panaderos, profesores, portuarios y de servicios, entre otros. A ello se suma, como siempre un buen número de compañeros estudiantes y jóvenes comprometidos con las demandas y reivindicaciones populares y de los trabajadores.
En segundo lugar, ha sido fructífera la respuesta por el nivel de exposición y análisis realizado por la compañera Margarita Peña, encargada de exponer en cada sesión. Su tratamiento del tema ha sobrepasado de muy buena manera el tema técnico-jurídico del Derecho Laboral, develando los verdaderos fundamentos políticos y económicos que lo sostienen e intentan proyectar actualmente. Ello es un paso significativo para la comprensión real de la situación de los trabajadores chilenos y algunos medios de salida.
En tercer lugar, el taller ha permitido el reconocimiento y el establecimiento de diálogos y lazos entre compañeros procedentes de diversos sectores, espacios y experiencias de lucha. En tal sentido, el espacio permite potencialmente la convergencia para trabajos y luchas futuras.
Por último, en cuanto a mejorar la respuesta y recepción, creemos que podría ir por la línea de tener un alcance hacia más trabajadores por medio de la difusión, y también por el hecho de que más trabajadores se apropien del espacio, es decir, lo reconozcan como suyo y por lo tanto, lo compartan y socializen desde sus propios espacios. Aunque reconocemos que la precarización y la compleja explotación en la cual vive actualmente nuestro pueblo, hace entender que este proceso de reconocimiento por ahora es lento, y requiere de mucho esfuerzo, tesón y voluntad. Elementos que sin duda, estamos dispuestos a realizar.
¿Cuál es la importancia que le dan a la educación y a la formación en el proceso de transformación social que requiere el país?
Son elementos fundamentales para cualquier intento serio de transformar este país y el mundo. Pero ambos procesos entendidos no el sentido contemplativo de un ratón de biblioteca o de aislamiento, momentáneo o no, del mundo real; sino que entendidos y comprometidos con la lucha y los combates diarios que los sectores populares y de trabajadores están dando. La educación y la formación deben contribuir a profundizar la comprensión y el compromiso de la participación activa, a estar siempre problematizando los pasos y espacios en los que se está, siempre con el objetivo político de ampliarlos y fortalecerlos, entre otras cosas.
También es importante tener en cuenta los distintos ritmos de la lucha popular. Existen momentos o períodos más quietos o calmos, que permiten objetivamente profundizar en el estudio y la preparación, mientras que hay otros en que momentáneamente se ven aminorados por la participación en diversas actividades o acciones. Ahora bien, lo relevante radica en que el aprendizaje que nos den estas luchas incentiven y profundicen el estudio y las temáticas, para así ir abriéndonos de mejor manera a los caminos de la lucha.
Así como el activismo, basado sólo en la acción, termina tarde o temprano siendo estéril, la educación y la formación como única y principal labor no cambia en nada nuestra realidad, pues sólo la contempla. La combinación dialéctica de ambos aspectos es la clave para abrirse paso e ir contribuyendo efectivamente a la transformación del país y el mundo.
¿Cuáles son los elementos que se destacan en la creación de la Universidad Popular?, ¿Quiénes están llamados a construirla?
En primer lugar, sus componentes actuales: el estudiante, el intelectual y el profesional comprometido políticamente desde su disciplina con las luchas populares y de los trabajadores.
En segundo lugar, el concepto hacia la educación y la pedagogía. La Universidad Popular no concibe la educación como palanca individual para el “ascenso social” tal como implícita y explícitamente pregona el liberalismo, ahora remozado en neoliberalismo. Por el contrario, postulamos un sentido de la educación, y en sí de la pedagogía, en la perspectiva de que contribuyen a la lucha por la emancipación colectiva de los sectores populares y de los trabajadores en la actual sociedad capitalista. Es por eso que creemos que debemos estudiar y formarnos para la lucha política, para la transformación social, para la transformación revolucionaria de la sociedad capitalista.
En tercer lugar, los trabajadores y sectores populares, como principales actores y sujetos de la Universidad Popular. Apuntamos a que asistan a recibir y potenciar conocimientos, habilidades y técnicas, para fortalecer sus luchas, sus organizaciones y movimientos. En sí, para que puedan reapropiarse del conocimiento que les ha sido arrebatado a ellos, a sus hijos y a su clase.
Y en cuarto lugar, en términos políticos, la Universidad Popular es una contribución al proceso de contra-hegemonía al capitalismo. Contribuye a la preparación, reconstrucción y rearme político, orgánico e ideológico del pueblo en su desafío histórico y revolucionario.
Por último, creemos que los llamados a construir la Universidad Popular son todos aquellos decididos y comprometidos a luchar y contribuir diariamente por preparar una transformación profunda y revolucionaria de la sociedad capitalista en Chile y el mundo. Sean éstos estudiantes, intelectuales, trabajadores, profesionales o pobladores.
¿Participan en alguna instancia de red para fortalecer el cumplimiento de los objetivos? Desde el punto de vista de uds. ¿es importante incentivar trabajos en red?
Aunque hoy no participamos oficial y activamente de alguna red, como Preuniversitario y ahora como proyecto de Universidad Popular, hemos participado de distintas convocatorias e instancias de coordinación o articulación, tanto en ámbitos políticos, culturales, educacionales, de solidaridad, estudiantiles, de movilización, etc., con otras organizaciones y espacios que buscan potenciar la lucha y el movimiento popular.
Consideramos importante contribuir a generar y fortalecer espacios de convergencia, articulación, cooperación y/o unidad entre distintas organizaciones que se planteen el propósito de reconstruir y rearmar la lucha y el movimiento popular, tanto en Valparaíso y el país como en América Latina y el mundo.
¿Qué se espera desarrollar a futuro desde la Universidad Popular?, ¿Cómo la visualizan de aquí a 5 años?
Esperamos que como Universidad desarrollemos un espacio que contribuya y complemente, a través del estudio, el debate y el análisis, tanto a la organización y lucha de los trabajadores y los sectores populares en sus reivindicaciones cotidianas, como también al rearme político e ideológico del movimiento popular para preparar y cumplir sus desafíos históricos de transformar profundamente la sociedad capitalista. Y en esa contribución, se reconozca este espacio como un aliado permanente, tal como un hermano y compañero de lucha.
Para los próximos años visualizamos alcanzar y mantener un posicionamiento regional entre trabajadores y sectores populares; alcanzar un reconocimiento y cooperación nacional y regional con otras instancias o iniciativas; poseer un espacio físico “ad-hok” y un financiamiento estable e independiente con los propósitos planteados, además de crecer en compañeros que se comprometan a trabajar y aportar con el proyecto.
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